Mas Vivent se encuentra en un entorno privilegiado entre varios parques naturales que ofrecen una enorme diversidad paisajística y faunística. Humedales, bosques mediterráneos, hayedos, acantilados y pequeñas calas son algunos de los paisajes que se combinan en estos parques naturales, en los que viven además numerosas especies animales, algunas en peligro de extinción e, incluso, ciertas que hoy en día solo pueden encontrarse aquí como la tortuga mediterránea. Junto a ello, el patrimonio cultural de la región tampoco se queda corto, con elementos que atestiguan la presencia humana desde el Paleolítico hasta nuestros días y con manifestaciones artísticas que nos hablan de la influencia de este territorio en la inspiración de numerosos artistas. Desde impresionantes ejemplos del megalitismo hasta el objeto surrealista más grande del mundo, el Teatro – Museo Dalí, pasando por fantásticas muestras de la arquitectura románica catalana. Todo ello bañado por los excepcionales vinos de la Denominación de Origen Ampurdán, a los que podemos acercarnos visitando alguna de las múltiples bodegas de la comarca.
El Parque Natural de la Albera engloba una gran variedad de ambientes aunque a grandes rasgos pueden observarse tres zonas bien diferenciadas desde el punto de vista paisajístico:
En cuanto a la fauna, merece especial mención la tortuga mediterránea ya que el área oriental de este parque natural es el único lugar en el que aún subsiste.
Junto a esta maravillosa variedad natural, cabe destacar además un valioso patrimonio cultural ya que en La Albera podemos encontrar vestigios del pasado tales como una de las concentraciones más importantes de monumentos megalíticos de Cataluña o un rico patrimonio de arte románico dentro del cual habría que destacar el monasterio benedictino de Sant Quirze de Colera.
El parque natural de Cap de Creus es el primer parque marítimo-terrestre de Cataluña y presenta dos medios bien diferenciados: el continental y el marino.
El paisaje de la zona continental es fundamentalmente mediterráneo aunque el perfil del terreno, los vientos de tramontana y los espacios agrícolas confieren a esta región un carácter propio. En cuanto a la fauna, lo más destacado son las aves, siendo el Cap de Creus un lugar privilegiado para aquellos amantes del avistamiento de aves, especialmente en primavera y otoño.
El Parque Natural protege gran parte de la Península del Cap de Creus en la que los Pirineos se adentran en el mar por el Macizo del Cap de Creus. La costa se caracteriza por ser abrupta con acantilados, islotes y aguas profundas y en la que se forman calas de aguas transparentes, algunas solo accesibles desde el mar.
La zona del Cap de Creus ha estado, por otra parte, habitada por el hombre desde el paleolítico y son muchos los vestigios de esta presencia entre los que cabría destacar los monumentos megalíticos como los sepulcros de corredor, los dólmenes o las llamadas galerías catalanas. Esta región ha sido además fuente de inspiración para numerosos artistas, músicos o escritores de entre los que Dalí sería el más conocido.
Este parque natural también se encuentra muy cerca de Vilamaniscle y es una de las principales zonas húmedas de Cataluña. Se encuentra en la llanura ampurdanesa entre los ríos Fluvià y Muga.
Dentro del parque natural pueden hallarse diferentes paisajes. En primer lugar se puede distinguir entre el litoral y el interior dentro de los cuales podemos observar lagunas y marismas tanto dulces como saladas, llanuras de inundación temporales, campos inundados así como los cauces y desembocaduras de diferentes ríos y canales. Característicos de esta región son los arrozales que aprovechan las zonas inundadas.
Debido a su carácter de región húmeda la fauna es muy variada y bien conservada y muchas de las especies que podemos encontrar están en peligro de extinción.
A lo largo de la Costa Brava encontramos una fantástica red de caminos que son una de las mejores maneras de descubrir los espectaculares rincones de este litoral. Recorriendo estos caminos se irán sucediendo pequeñas calas, espectaculares acantilados, playas y otros espacios característicos de este medio natural.
Estos caminos que bordean la costa han tenido diferentes funciones a lo largo de la historia: acceso a las calas en caso de naufragio, lugar de vigilancia para evitar ataques piratas e incluso fueron empleados para el contrabando en la posguerra.
Son varios los caminos y las rutas que se pueden hacer para descubrir la Costa Brava, con distintos niveles de dificultad según las preferencias.
La Denominación de Origen Empordà es produce en la zona del Empordà, en la parte nororiental de Cataluña, entre los Pirineos y el mar Mediterráneo, un lugar único marcado por el viento de tramontana.
La gama de vinos ampurdaneneses en muy variada. Los tintos son de gran calidad, con cuerpo y armónicos y presentan notas aromáticas muy características. Los vinos blancos son frescos y sabrosos, con frecuencia elaborados con variedades autóctonas pero también monovarietales. Los rosados se caracterizan por un color cereza bien definido, personalidad y frescura.
Una singularidad de esta región es la Garnatxa de l’Empordà, un vino dulce natural elaborado con la variedad de uva que le da nombre. Otro vino dulce propio de la zona es el Moscatell de l’Empordà.
Esta amplia oferta vinícola se completa con los vinos ecológicos, las mistelas, los vinos de uva sobremadura y los vinos espumosos.
Son numerosas las bodegas, grandes, pequeñas o cooperativas, que pueden visitarse para acercarse a esta Denominación de Origen y probar sus vinos.
Figueres, a unos 20 minutos de Vilamaniscle, es la capital de la comarca del Alto Ampurdán. Esta acogedora ciudad se caracteriza por su gran dinamismo cultural.
Pasear por sus calles y plazas permite disfrutar de su arquitectura del siglo XIX y principios del XX con numerosos edificios singulares como el antiguo matadero, el teatro municipal, el casino o la Iglesia de Sant Pere. También se pueden encontrar algunos museos interesantes como el Museo del Juguete de Cataluña o el Museo del Ampurdán.
Visita obligada si vais a Figueras es el Teatro – Museo Dalí, un edificio de singularidad excepcional, construido sobre las ruinas del antiguo Teatro de Figueras del siglo XIX tras la Guerra Civil. Este edificio alberga numerosas obras de Dalí y resulta fundamental para entender la trayectoria artística de este original genio.
Para más información:
Información sobre el Teatro Museo Dalí
La ciudad de Girona se encuentra a menos de una hora en coche de Vilamaniscle y merece una visita tranquila. Su casco histórico es uno de los más bellos de Cataluña y presenta elementos monumentales únicos en toda Europa.
Un paseo por sus murallas medievales ofrece unas vistas panorámicas excepcionales de la ciudad. Igualmente, desde alguno de los puentes que cruzan el río Onyar se puede disfrutar de otra de las visiones más emblemáticas de la ciudad: las casas pintadas de vivos colores.
La catedral de Gerona, construida entre los siglo XI y XVIII y que mezcla diferentes estilos, también es digna de ser visitada, al igual que el barrio judío, uno de los mejor conservados del mundo y que te trasladará a los tiempos medievales.
Todo esto junto a muchos otros rincones maravillosos forman una ciudad que no puedes perderte.
Este conjunto monumental medieval situado a unos 25 minutos de Vilamaniscle, está formado por el Monasterio Benedictino de Sant Pere de Rodes, el poblado de Santa Creu y el Castillo de Vedrera.
El Monasterio de estilo románico es el centro del conjunto y desde allí pueden disfrutarse vistas excepcionales sobre la Bahía de Llançà y el Port de la Selva. Del poblado de Santa Creu solo se conserva una iglesia prerrománica. Ascendiendo un poco más se puede llegar a las ruinas del castillo de Verdaguer desde donde se domina todo el Cabo de Creus, siendo las vistas aún más espectaculares.