El parque natural de Cap de Creus es el primer parque marítimo-terrestre de Cataluña y presenta dos medios bien diferenciados: el continental y el marino.
El paisaje de la zona continental es fundamentalmente mediterráneo aunque el perfil del terreno, los vientos de tramontana y los espacios agrícolas confieren a esta región un carácter propio. En cuanto a la fauna, lo más destacado son las aves, siendo el Cap de Creus un lugar privilegiado para aquellos amantes del avistamiento de aves, especialmente en primavera y otoño.
El Parque Natural protege gran parte de la Península del Cap de Creus en la que los Pirineos se adentran en el mar por el Macizo del Cap de Creus. La costa se caracteriza por ser abrupta con acantilados, islotes y aguas profundas y en la que se forman calas de aguas transparentes, algunas solo accesibles desde el mar.
La zona del Cap de Creus ha estado, por otra parte, habitada por el hombre desde el paleolítico y son muchos los vestigios de esta presencia entre los que cabría destacar los monumentos megalíticos como los sepulcros de corredor, los dólmenes o las llamadas galerías catalanas. Esta región ha sido además fuente de inspiración para numerosos artistas, músicos o escritores de entre los que Dalí sería el más conocido.